Querétaro es la segunda zona vitivinícola más importante de México, después de Valle de Guadalupe en Baja California.
La zona vitivinícola de Querétaro esta ubicada a 2,000 metros sobre el nivel del mar con condiciones extremas que oscilan entre 25 °C durante el día y 0 °C en las noches.
En las zonas de cultivo, el clima semiárido o semidesértico es el más extendido, cubre casi el 40% de la superficie del estado, con notable énfasis en los municipios de San Juan del Río, Cadereyta, Huimilpan, Tequisquiapan, El Marqués, Colón y Ezequiel Montes o Valle de Bernal. En estos municipios hay suelo y atmósferas propicias para el cultivo de la vid.
Estos valles están rodeados por sierras, mesetas y lomas del eje neo volcánico y de la Sierra Madre Oriental, que los protegen del paso de los vientos húmedos del Golfo de México y la Meseta Central y atrapan la humedad de los vientos que van del norte al sur.
Mejor conocida como "la ruta del queso y el vino", los viñedos ubicados entre Tequisquiapan y Bernal, cuentan con un clima propicio y la tierra ideal para elaborar vinos de mesa y cerca de los viñedos se encuentran queserias que elaboran todo tipo de quesos.
Entre las bodegas que destacan por su renombre internacional encontramos Finca Sala Vivé by Freixenet y Vinos del Marques, pero también encontramos viñedos boutique con procesos artesanales.
Algunas de las uvas que se cultivan son:
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Tintas: Merlot, Cabernet Sauvignon, Malbec, Tempranillo, Syrah.
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Blancas: Chardonnay, Parellada, Xarello, Macabeo, Sauvignon Blanc, Viognier, Verdejo.
A pesar de que Querétaro se encuentra fuera de la franja mundial del vino, la altura ayuda a crear un microclima ideal para el cultivo de la vid. En cuanto a sus vinos, podemos decir que son ricos en acidez, debido al corto ciclo de maduración de la uva.